domingo, 8 de septiembre de 2013

Libro de texto y descalificación del trabajo docente

Una de las críticas que se les suele hacer a los libros de texto es que descalifican el trabajo docente. Aquí una muestra, en palabras de Martínez Bonafé.

El libro de texto no es una buena herramienta de trabajo para hacer una buena pedagogía. Porque homogeiniza la cultura y la reduce a fragmentos inconexos de conocimientos disciplinares. Porque no problematiza la realidad y simplifica y trivializa las formas siempre complejas, conflictivas y contradictorias con las que accedemos a explicaciones y hacemos comprensión crítica de la vida. Porque regula, controla, ajena y descalifica el trabajo del profesorado.
Publicat a la revista sindical All i Oli. Quaderns de l'Ensenyament. 2004.
En: http://bonafebloc.blogspot.com.ar/search/label/ARTÍCULOS%20DE%20PRENSA
Lo más interesante de este texto está al comienzo, con la caracterización que Martínez Bonafé hace de los libros de texto, a los que califica, más adelante, de "uno de los artefactos más conservadores y reaccionarios de la pedagogía".
Voy por partes para tratar de entender.

Homogeinizan la cultura. Entiendo que el autor se refiere a los libros que muestran un mundo, por decirlo de algún modo, como si fuera el mundo. Se me ocurren cuatro cuestiones para pensar:
1) Si lo que dice el autor es necesariamente así, si no es posible pensar en libros de texto más abiertos, que den cuenta de un mundo plural.
2) Quizá pensemos que lo anterior no es posible, porque aun cuando el libro dé cuenta de un mundo más plural, siempre lo hará desde una mirada particular. En ese caso, ¿no podría pensarse en complementar el libro de texto con otros materiales, o trabajar con los estudiantes esa homogeinización?  ¿Por qué no es posible leer críticamente los libros de texto?
3) ¿Es posible ser exhaustivo en términos de pluralidad? ¿Hace falta? Es un punto interesante. Ejemplo concreto: si el libro muestra el espacio fronterizo entre Bolivia y Argentina como un espacio permeable, donde la tónica es el intercambio, ¿hace falta mostrar lo mismo con Argentina y Paraguay, Argentina y Chile, etc.?
4) Las alternativas que propone Martínez Bonafe (otros materiales elaborados por docentes), ¿por qué tendrían que escapar a esta lógica de homogeinización de la cultura?

Fragmentos inconexos de conocimientos disciplinares. Esto es más fácil de pensar. La respuesta será "depende del libro". ¿Por qué necesariamente fragmentos "inconexos"? Y nuevamente, ¿por qué otros materiales escaparían a esta fragmentación? ¿Sería posible no fragmentar?  ¿No hay aquí una ilusión de reponer una totalidad que ya se perdió para siempre?

No problematizan la realidad. Depende del libro. No es necesariamente así. Los materiales elaborados por los docentes y los libros "reales" no garantizan una mirada no problematizadora.

Simplifican y trivializan. Me acuerdo de Jerome Bruner, a cuya sabiduría tendré que recurrir una y otra vez en este recorrido: Bruner hablaba de enseñar de manera honesta. Se puede hacer algo más sencillo, para que sea comprensible, y hacerlo de manera honesta. Se puede explicar sin trivializar.

Bueno, y ahora sí, la descalificación de los profesores. Martínez Bonafé cree que dentro de las competencias que un docente debe dominar (y ejercer) está la de ser autor de libros de texto o de materiales semejantes. No puedo extenderme tanto en esta entrada, pero la respuesta es que no, que para hacer libros de buena calidad se necesitan competencias específicas que no todos los docentes tienen. Pero además,¿qué garantizarían los textos elaborados por los docentes? ¿Por que no tendrían estos, por caso, las mismas fallas que los elaborados por equipos editoriales? ¿O es que no existen los docentes reaccionarios y conservadores?

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